¿En qué momento dejamos de tener el valor de nuestra propia vida en nuestras manos?
¿Qué nos fue pasando como seres humanos y como personas que fuimos perdiendo y cediendo el control de nuestra propia vida? ¿Es que acaso dejamos de confiar y creer que NUESTRA VIDA ES IMPORTANTE Y MUY VALIOSA?
¿En qué momento cedimos el valor de nuestra vida a “OTROS” ?, y ni siquiera me planteo quienes son esos “OTROS” … porque no es lo que importa… lo que realmente importa es cómo algo allá afuera sabe más de mi que yo mismo, o puede más conmigo que yo mismo.
¿En que momento dejamos de tener contacto con nosotros mismos para saber lo que nos puede estar pasando, lo que podemos estar sintiendo?… tanto a nivel emocional, corporal, psicológico, espiritual. y dejamos de DARNOS RESPUESTAS SANAS QUE NOS SOSTENGAN Y ALIMENTEN.
¿En que momento dejamos de buscar dentro nuestro las respuestas y confiamos en que lo que nos dicen que está bueno para nosotros está bien?, y sin cuestionarnos, ni mirar etiquetas, ni letra chica… simplemente de manera muy pasiva lo tomamos.
¿En qué momento dejamos de escuchar y de decodificar la información que traemos, que se nos expresa por medio de sueños, intuiciones, percepciones, sincronías? Y dejamos de tirar el hilito que nos lleva a respuestas hondas verdaderas, y los desestimamos, dejando lugar a una invasión de información externa que no nos pertenece.
¿En qué momento le di todo el poder a un médico, a una medicación, y dejé de pelear yo por mi propia salud? Y no es que diga que no haya que acudir a estos saberes, sino que no puedo depositar todo el poder de sanarme en otros sin que yo haga la mayor parte y mi mayor esfuerzo.
¿En que momento olvidamos las recetas de la abuela para curar nuestros males?… la sopa, las hiervas, los abrazos, el amor… el tiempo lo cura todo. Los afectos como fuente de amor y también de sanación. Quien realmente sigue abrazando a sus seres queridos con el corazón … saben de que estoy hablando… ESTO ES SANADOR.
¿En qué momento dejamos de confiar en que la naturaleza tiene TODO para acogernos, darnos asilo cuando estamos mal, sanarnos?… las plantas, los animales, los bosques, los ríos, las montañas…
¿En qué momento dejamos de buscar y buscarnos a nosotros mismos y terminamos haciendo lo que se esperaba que hiciéramos para poder pertenecer a una sociedad que no está sana? Por el contrario, está llena de personas perdidas y automatizadas para poder seguir perteneciendo.
¿En qué momento aprendimos a callarnos, y dejamos de decir la verdad que surge desde nuestro interior?
¿En que momento dejamos de valorar el tiempo y la energía que tenemos disponible? No somos ilimitados, ni en tiempo ni energías. ¿Por qué no ponemos esto en valor y lo cuidamos como un tesoro?… en vez de estar dejando que se nos escape de nuestras manos con actividades sin sentido, y que al fin del día nos debilita.
El TIEMPO es ENERGÍA, y los dos son limitados. ¿En qué momento dejamos que se nos escape este valor de entre las manos?
¿En que momento dejamos de buscar y conectar con nuestro GRAN SENTIDO para esta vida, para mí y mi comunidad? Y nos dejamos llenar de contenidos basura.
¿En qué momento dejamos de confiar en nosotros mismos, en nuestro cuerpo, en nuestras posibilidades, en nuestros SUEÑOS de vida? Y dimos lugar al miedo a la debilitación de nuestro sistema inmunológico, la debilitación de nuestra alma, a que nos llenen de contenidos que no son nuestros, y nos intoxican.
Y por último ¿de qué manera me alimento?:
- Como alimento mi cuerpo: con qué tipo de comidas sostengo mi cuerpo, que importancia le damos a lo que va a sostener este cuerpo vivo y sano durante tantos años. ¿Qué alimentos consumo, que ejercicios hago, como incorporo la energía solar…?
- Con que alimento el alma: ¿cuál es la espiritualidad que me sostiene?, y no hablo de religión, hablo de algo que es más hondo y profundo… ESPIRITUALIDAD.
- Con que alimento mi mente: ¿Qué tipo de información le doy a mi mente, que leo, con quienes me junto? ¿las personas con quienes comparto, me suman o me restan? Recordemos el valor TIEMPO- ENERGÍA.
- Con que alimento mi espíritu: ¿Cómo me motivo para mi día a día?, ¿Cuál es la fuerza fundamental que me mueve? ¿Cuál es la llamita que me mantiene vivo?… y acá está el SENTIDO DE VIDA.
¿En qué momento perdimos la FUERZA, para estar y transitar esta vida con AMOR, FE, ALEGRÍA, ESPIRITU DE LUCHA, y CON UN GRAN SENTIDO?: Siendo YO MISMO.
No perdamos la FUERZA, ni las GANAS, ni el VALOR… de estar en esta vida de una manera PLENA,!!! NOS PERTENECE.
Lic. Bettyna Garípoli
Soy Psicóloga y acuariana… Confío en la potencialidad del hombre libre